Tener una Enfermedad Inflamatoria Intestinal puede convertirse en ocasiones en una auténtica putada. Te despides de tu vida social porque tienes miedo de salir a la calle, que pueda darte un apretón y no llegar a un baño. La parte del tratamiento, déjaselo a los médicos, en el resto de tu vida toma acción y forma parte, hay muchas cosas que vas a poder hacer que van a influir positivamente en tu calidad de vida y como resultado en tu enfermedad y nosotras queremos enseñarte cómo hacerlo. Podemos mostrarte la magia de un proceso grupal, la transformación personal que puedes encontrar trabajando con otras personas que al igual que tu conviven con una Enfermedad Inflamatoria Intestinal. No hacemos diagnósticos, ni damos recomendaciones médicas, no llevamos bata blanca ni te atendemos en las urgencias de un hospital, eso se lo dejamos a los médic s y al personal sanitario. No somos profesionales de la salud mental.
Esta cuestión suele salir a la luz cuando los niveles de deseo son distintos dentro de la pareja. Recientes estudios han demostrado que la experiencia de deseo en hombres y en mujeres es claramente diferente, tanto en su funcionamiento como en su vulnerabilidad ante distintas situaciones. Sumérgete con nosotros en busca de la respuesta. El deseo sería esa fuerza que nos impulsa a buscar el placer sexual, ya sea en pareja o en solitario, a través de la masturbación. Eso sí, aunque el deseo no se encuentre como tal antes de comenzar la relación con la pareja o la masturbación, la mujer debe estar receptiva y abierta a mantener dicha interacción o conducta, es decir, debe estar motivada al encuentro. Obviamente, el funcionamiento y vulnerabilidad distinta entre hombres y mujeres a la hora de desear da lugar a situaciones muy cotidianas y frecuentes en las que todos nos vemos envueltos, y que se derivan de las razones expuestas hasta ahora.